Hoy comienzan las ansiadas vacaciones para muchos, y con ellas, cómo no, la primera "operación salida". Como cada año, este fín de semana millones de españoles se meterán en sus vehículos (rezando para que aguante la carga del aire acondicionado) en su mayoría en dirección a las costas (si es que los españoles somos muy cariñosos, nos encanta estar todos juntitos). Y este año además, la operación salida coincide con la implantación del permiso por puntos (vaya, que casualidad ¿no?) por lo que seguro que alguno tendrá que volver a casa en bus, tren o en taxi (se admiten porras para adivinar cuanto tardaremos en ver la noticia en titulares del primer permiso retirado)

La Dirección General de Tráfico espera cuatro millones y medio de desplazamientos por las carreteras españolas a lo largo de este fin de semana. Las mayores concentraciones se esperan en las salidas de Madrid hacia las zonas costeras.

CNN +
Pero bueno, de los puntos ya hemos hablado esta semana, hoy el tema que nos ocupa son las vacaciones y la llegada del verano. ¿Y qué se puede decir que no se haya dicho ya? pues con el verano (aparte de que vemos con mucha menos frecuencia las caras de Acebes y Zaplana, lo cual, quieras que no ya es un alivio, aunque también corramos el riesgo de verlos en bañador) irremisiblemente llega la calor; y sí, ya sé que es lo normal, que es lo típico en estas fechas, que cada año nos quejamos de lo mismo, pero qué queréis que os diga: lo que es joder, jode igual o más.

Y es que con esta calor se te quitan las ganas de todo; bueno, quizás decir "de todo" sería un poco exagerado... básicamente de lo que no tenemos ganas es de trabajar (aunque eso no tiene por qué ser una característica específica de esta época del año, yo diría que es un rasgo genético que ya venía implantado en la primera manzana). Aunque en realidad de lo que se te quitan las ganas es de realizar cualquier tipo de esfuerzo que no esté destinado a refrescarnos, ya sea por dentro o por fuera (o sea: levantar una cerveza o manipular el mando del aire acondicionado). Por no apetecer, en estas fechas no apetece ni hacer el amor;  se suda tanto que mientras lo estás haciendo no paras de resbalarte y cuando acabas, pasa lo contrario: que te quedas pegado.

Pero lo que parece claro es que, uno de los que seguramente este año no tendrá vacaciones será Mariano Rajoy; como suspendió en el debate de la nación, tendrá que ir a recuperación en septiembre (y más le vale aprobar, porque por muy "gallardo" que sea y por mucha "esperanza" que tenga, como la cague le pasará lo peor que le puede pasar: que no repetirá)