
En el 2005 fuimos los primeros (¿un referente o conejillos de indias?) en votar la Constitución Europea (que por cierto, tiene que estar en algún sitio) y en Madrid, al Windsor le llegó tarde la ley anti-tabaco (al parecer, todavía están buscando la colilla causante del incendio).
También en este año, el caudillo abandonó por fín la capital española, con semblante impertérrito (podría decirse incluso pétreo) y montando un brioso corcel (hmmm ¿pero esta historia no había acabado de otra forma?) y tuvimos que buscar un papa nuevo (lo de nuevo es una metáfora, porque vamos, ni aun bañándolo en Perlán...)
Pero también ha sido el año de la esperanza (muucha esperanza) y en el que supimos por fín del embarazo de Doña Letizia (para regocijo del peñazo... perdón, del Peñafiel). El Barça se llevó la liga ante una galaxia estrellada (fue el primer indicio de que los catalanes lo querían todo para ellos) y los políticos del PP y la Iglesia descubrieron su afición común a las manifestaciones (y le cogieron el gustillo, pero bién que se lo cogieron...)
En el 2005, finalizó la era de los dinosaurios y perdimos la candidatura olímpica (aún a pesar de nuestras buenas relaciones con el hombre más poderoso del mundo). También desde Catalunya (un nido de catalanes separatistas, situado encima de Valencia y debajo de Francia) Gas Natural lanzó una OPA hostil sobre Endesa (empresa española donde las haya) con la oscura intención de llevársela fuera de España.
El 2005 será recordado como un año memorable para el colectivo gay, que vió reconocidos sus derechos por sus semejantes (bueno, por casi todos) y habrá sido el último año de libertad para los fumadores, que verán como a partir de ahora, la ley vela por su salud (igual en el 2006 nos obligan también a eliminar la comida basura, a no mirar el diario de patricia y a comprar coches impulsados por energía solar)
Este año tambíen, la princesa ha parido una heredera (que no quiso abrir los ojos, aunque visto lo visto, quizá penso que era lo mejor) y Catalunya ha parido un estatut (del que más de uno, se acuerda de la madre que lo parió). Hasta hemos descubierto un profeta (no confundir "accidentalmente" con mofeta)
Pero en el 2005 también han pasado cosas importantes y que sí merecen ser recordadas, al menos mientras se sigan sucediendo: guerras por motivos económicos, religiosos y políticos, genocidios, atentados terroristas, todo tipo de desastres naturales (posiblemente causados por nuestro desprecio a la salud de nuestro propio planeta) millones de niños que han muerto y continúan muriendo de hambre en todo el mundo...
En estas fechas, hay quien desea felicidad, salud, dinero, amor, paz, etc, etc... pero yo creo que para empezar, bastaría con que hubiese para todos un poquito de cordura y sentido común.
Gracias por aguantarme otro año y feliz 2006 para todos.