Fri, 26 Mar 2004 - Archivado en Política y Política
Una de las promesas del PSOE en esta campaña electoral fue la de la mejora del acceso a la vivienda, y parece que tienen intención de cumplirlo. Para demostrarlo, y predicando con el ejemplo, nuestro próximo presidente del gobierno, el sr. Zapatero ya ha encontrado piso. Precisamente ayer visitó la que parece que se convertirá en su nueva vivienda, con un contrato de cuatro años y con ayudas del estado, como cualquier otro español vamos. En la puerta le esperaba sonriente el cabeza de familia de los actuales inquilinos, el cual le recibió muy educadamente con un correcto: "Bienvenido". Me imagino como debía estar de nervioso el sr. Zapatero, ya que cuando vamos a inspeccionar nuestra nueva vivienda nos pasan muchas cosas por la cabeza: ¿tendré sitio para tender la ropa? ¿habrá suficientes baños? ¿me acostrumbraré a la distribución? ¿y si la familia crece? (...) Aunque espacio no creo que le falte, la familia que abandona el domicilio es bastante numerosa. La verdad es que, dado su número, es posible que no les sea fácil encontrar sitio para todos y algunos acaben independizándose y vuelen del nido, porque ya se sabe, a menudo los cambios traen más cambios y los pequeños crecen y se hacen responsables (o no)... Sólo hay que fijarse en cómo acabaron los de "Con ocho basta". Pero algo que puede que preocupe al sr. Zapatero (a mí me preocuparía) es: ¿como me dejarán la casa? Si cuando vamos a un hotel, sólo por pasar una o dos noches, ya nos llevamos la toalla... ¿Que "souvenirs" querrán conservar después de ocho años? Y si los recuerdos son malos y están resentidos o les sobreviene una rabieta ¿como se desahogarán? No me imagino tener que pasar el primer día después de mi traslado, de rodillas y arremangado limpiando pintadas, recogiendo platos rotos o reparando puertas...
Publicado por LaRanaBudWeisEr.

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